viernes, 3 de octubre de 2008

Cuba, Revolución, involución y evolución


... Los hombres hacen la historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando estos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal....

Ni propios, ni extraños, negaron en su momento la necesidad de la Revolución Cubana, trascendental, receptora del anhelo nacional de los cambios que eran precisos a efectuar.

Con la sensibilidad suficiente para propiciarlos además con excelente aceptación nacional.

Batista había dado al traste brutalmente con el orden constitucional al dar el golpe de estado de 1952.

Sin sospechar que daba inicio en Cuba el periodo más largo de transformaciones que han degenerado en todo esto que hoy se vive.

Es tanta la voracidad del capital, por allanar el camino del dinero hacia sus arcas que provocan la explosión natural de los más desposeídos.

Los obreros y los campesinos e incluso las clases medias, ven de pronto desaparecer aquello por lo que han luchado muchos años y sienten como una realidad sus proyectos coaptados, insistiendo por ello en acotar a como de lugar la voracidad del capital y reorientarse hacia programas que permitan su supervivencia como sociedad.

Aspiran a lograr balances positivos aún a costas de su vida pues es poco lo que tiene que perder.

Analizando tenuemente el periodo revolucionario que nos atañe como Cubanos.

Si el compromiso no cumplido, de invitar a elecciones libres en los primeros meses de la revolución se hubiese cumplido, desde ese instante, se hubiera desmontado el pretexto para todo tipo de cosas que enturbiaron las relaciones entre Cuba y los EEUU.

Hablo de Enero de 1959, el punto más alto de aceptación de la revolución. A nivel de todas las clases sociales de ese momento.

De lo que hablo es que el riesgo de perder lo alcanzado entraba en la proporción de lo aceptable.

Los cambios se hubieran logrado desde una base democrática y progresiva, sin acarrear enemigos poderosos que no pudiera rebatir bajo sus mismos principios de libertad y viendo siempre por el bienestar de todos los factores sociales.

Se pudo hacer, se pudo!, algunos países de esta América nuestra van transitando ese camino en estos mismos momentos .

Si analizamos con frialdad los hechos, vemos que el auge de la revolución pasó. No hay cambios, ni económicos, ni políticos, ni sociales en años, que nos demuestren lo contrario, en un ascenso revolucionario.

La economía dual, en CUC, y pesos cubanos, los hoteles hechos con capital extranjero, para extranjeros, las inversiones en diversas áreas de desarrollo pensando en divisas y la sucesión presidencial por decreto y no por votación popular lo demuestran claramente. Incluido aunque duela la depauperación del nivel de vida de los obreros y campesinos.

Se han intentado paliativos para sortear la época, en espera de una coyuntura externa que nos ayude a resolver problemas internos.

Como han cambiado las cosas.

Por aferrarse a esquemas caducos.

Y no me refiero a cambiar el socialismo por inoperante y colocar de vuelta un capitalismo despiadado.

Que no vivo fuera de Cuba en una sociedad perfecta.

Comprendo que abrir tribuna al discurso público es riesgoso, la mayoría esta permeada por las carencias y vulnerable a muchas influencias. La cantidad de propuestas que voy leyendo me hablan de gentes jóvenes y de cambios oportunos que en nada ponen en crisis al país al contrario intentan sacarlo de ella.

Muchas dicen de inacción, de parálisis, de falta de liderazgo con visión revolucionaria, eso es peor que la involución misma.

Eso pone de manifiesto que se requiere discutir propuestas a cielo abierto y no en lo oscuro de las oficinas, estamos a tiempo se aproximan cambios que espero sean favorables al entorno mundial y en un clima de paz se puede corregir el rumbo.

La Patria no tiene dueños y si mucha gente joven capaz y dispuesta a negociar satisfactoriamente nuevos compromisos.

Sin ver por esos fantasmas de los que hablaba Marx, en esas líneas.

¡Evolucionando!

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