miércoles, 15 de abril de 2009

El Comandante Odio.


Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan,

Y si tuviere sed, dale de beber agua;

Porqué ascuas amontonarás sobre su cabeza.Pr. 25: 21, 22.



En un insólito caso de coherencia, "el malo se ha vuelto bueno, y el bueno continua siendo malo."No deja de supurar por la herida, El Comandante Odio, tal parece que las medidas norteamericanas hacia el pueblo de Cuba, lo tienen de tan mal humor que dispara andanadas a diestra y siniestra, en su impotencia, es evidente y cierto que ninguna de las medidas ofensivas adoptadas en contra de mi país, provienen del Sr. Obama, heredero de una larga cadena de sinsabores y acciones agresivas, por parte de la historia de los EEUU.Su contraparte, el Sr., Castro Ruz, tipo belicoso y peleonero desde sus años juveniles, mantiene intacto su animo guerrerista, ahora en su recta final, genio y figura...Pero los tiempos están cambiando, tan aprisa, que no pueden ser asimilado por unos ancianos que deberían estar cuidando nietos desde hace mucho a la sombra de las matas de mango. Y el país debería estar dirigido por una generación similar en edad a la del inquilino de la Casa Blanca.Llegar a viejo es un don de Dios, disfrutar el ocaso de la vida, en compañía de los seres queridos, rodeado del afecto de los amigos y gozando de la risa de los niños.Pero el que ha sembrado tanto odio, no puede cosechar mas que remordimientos y más odio.Lo supura por todos los poros y no puede aceptar que su momento paso definitivamente y los hechos se lo lanzan a la cara, fríamente.Ojala este aire fresco y necesario por humano y vital, genere un rabo de nube lo suficientemente potente para barrer con tanto lastre odioso. Y pueda al menos mi pueblo comer y beber un poco del sudor del " enemigo" que se muestra humano en el momento justo.

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