jueves, 9 de abril de 2009


El mundo católico celebra esta semana los sucesos que se conocen como la crucifixión de Cristo.
Los fieles católicos se juntan y rezan rosarios y largas letanías para recordar. En San Luis Potosí da lugar la procesión del silencio, herencia de las tradiciones toreras de corte sumamente supersticioso y fanático, que asusta a los niños, al ver desfilar a personas encapuchadas y vestidas totalmente de negro, llevando en andas una imagen enlutada y sombría, en un patético espectáculo deprimente, mas nos valdría en estos días conocer algo vital de la palabra de Dios, a nuestro alcance y al decidir celebrar algo religioso al menos saber lo mas elemental y necesario.

“No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, si no aquel que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos.”
“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.”

El Cristo venia a morir para salvarnos, hoy desde cualquier ángulo que se miren los sucesos es un día de fiesta, no de tristezas, al tergiversarlos miramos con ojos y filosofía humana, vino El Cristo a morir, para darnos vida y religarnos con Dios, lo logró, venció al pecado, venció a la muerte y reina a la diestra del Señor. Hoy es día de celebración y gozo, no de tristezas. La muerte, Satanás fue vencido. Ya no tiene poder sobre nosotros. Hoy es momento de celebrar una gran victoria.
Inconcebible el mundo católico tergiversando los propósitos y haciendo una valoración incorrecta permite una serie de tradiciones paganas y fatuas, donde se presta a valorar, si es que realmente creemos en Dios, la magnitud del sacrificio y la disposición de mandar a su hijo unigénito a morir por nosotros verdaderos pecadores, ciegos e ignorantes además, guiados por otros ciegos e ignorantes, que no pierden oportunidad de actuar como anticristos, a sabiendas que acumulan para si juicio y destrucción.
Si crees que Cristo vino a morir por ti, o sea que no lo crees, lee la Biblia, en ella esta la verdad,


“Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí."


Apegarse a las tradiciones, nos aleja de Dios y nos sume en una celebración por demás ofensiva a Cristo.
Con todo y esto, respeto mucho la ignorancia y cada cual es libre de participar de la manera que desee, pero recomiendo escudriñar las escrituras, para que no digan después, yo no sabia, aún estas a tiempo de saber. Gracias.

Los pasajes bíblicos fueron tomados de la versión Reina Valera 1960.

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