viernes, 10 de abril de 2009

Sopa de Marabú


El Marabú, es conocido en Cuba como una planta de unas flores moradas y con pistilos amarillos que da una vaina con unos frijolitos que no son comestibles, que alcanza alturas de entre metro y medio y tres metros en algunas zonas y se multiplica rápidamente, posee unas enormes espinas que laceran y rasgan la piel al contacto descuidado con la misma.
Dicha especie es improductiva y no comestible.
Debido a lo descuidado del campo cubano este ejemplar no autóctono de la flora cubana he empezado a proliferar de manera alarmante.
Se queja el Gobierno cubano que los que vivimos fuera aprovechamos cualquier cosa para criticar al sistema político. En este caso especifico, la critica esta justificada.
La falta de iniciativa ante las dificultades económicas avenidas en su mayor profundidad en los últimos veinte años, después de disminuidos los intercambios preferenciales con la desaparecida URSS, se visualiza en el abandono del campo y la proliferación de este tipo de plantas oportunistas. Tal abandono, mermo los recursos y poco a poco el campo cubano fue desmantelado cruelmente, dando paso a un olvido critico.
Los cerebros comunistas, creyeron que impulsando rubros como el turismo y la exportación de médicos, podían revitalizar al país.
Que la biotecnología los sacaría de pobres, sin hacer un análisis serio, en un arranque sumamente optimista, que los demás países también cuentan con enormes laboratorios y grandes científicos y recursos suficientes para invertir en material químico y físico y tecnologia de punta que Cuba no tiene a su alcance debido a su reducido presupuesto en general.
Soñadores mas que pragmáticos, posiblemente imbuidos por esa mente alienígena del Sr. Feudal, ahora Gerente General de Adidas en Cuba.
Se olvido el campo y sé comenzó a padecer escases de alimentos básicos.
Para todo mal tenemos al bloqueo que fue la justificación de tal abandono. Lo cierto es que en un país socialista el campo debió estar en manos de quien lo trabaja y lo hace producir y no bajo el control de un Estado incapaz de generar riquezas.
Tal abandono del fértil suelo, pobló de la especie Marabú las otrora tierras dedicadas a cultivos varios y hortalizas y arboles frutales, lo demás es historia.
Ahora lleva dos años el heredero del trono, hablando de restituirle la tierra al campesino, pero no se ha avanzado nada del discurso a los hechos, la burocracia duerme las iniciativas y parece ser que en Cuba, no existe mas que dos personas pensantes y un grupo de súbditos obedientes aún en contra de su propio instinto de sobreviviencia.
Mientras ya los complacientes de la disnatia, empiezan a buscar métodos para sacar partido al Marabú, porque es más beneficioso para la salud propia seguir la corriente que ir en contra de ella en Cuba.
Veremos hasta donde llega la sopa de Marabú.


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