domingo, 14 de junio de 2009

Para cuando regreses.


Estoy preso en la ciudad que persiste en mis recuerdos
Al otro lado del rió, cerca del puente
Atado justo al lado de la fuente
Donde crecen las flores abandonadas
Que la gente de vez en cuando arranca
Para poner en algún vaso viejo y roto
Sobre una mesa sin manteles
en una tarde de mayo cualquiera
para acordarse “de cómo era antes”
antes cuando todo era distinto
y cada uno al menos abrigaba una ilusión
que alimentaba en silencio
de volver a ver todo como antes

Hoy pase por la fuente y no había flores
Alguien antes que yo las había tomado
Quedando solo las verdes hojas
Los tallos secos de antiguas flores

La calle luce abandonada en la espera
Los niños juegan a darse besos
Besos que saben a primavera
Ellos no saben aún no recuerdan
Las calles bellas, las plazas llenas
Las flores en los jardines
Las palomas comiendo de las manos
Los ancianos felices riendo
Las mujeres luciendo nuevos vestidos

Mañana que han de recordar
Tal vez ni la fuente existirá
Ni vendrá alguien a cortar las flores
Ni sabrá que es un nuevo vestido

Entonces sé habrá cerrado él circulo fatal
La misma historia repetida en una nueva generación
Que no conoció otra vida que esta miseria de vida
Y no supo albergar mas sueños que los conocidos

El sol comienza poco a poco a bañar de luz
La calle nueva, los chicos que corren a la escuela
La fuente que desborda un nuevo amanecer
Las flores han vuelto a renacer
Los manteles regresan al punto de partida
Los búcaros nuevos y brillantes
Rebozan de flores naturales

La vida empieza otra vez desde cero
Tal vez en el silencio de nuestras mentes
Abrumados de este llanto del presente
Habremos aprendido algo
Algo por pequeño y simple, inolvidable
Libertad, cuanto te deseo
Libertad, cuanto té extraño
foto: Parque Almendares, Marianao.

No hay comentarios: