viernes, 28 de noviembre de 2014

Palabras contra hechos

En este mundo, al menos en esta parte del mismo,  no se puede hacer política sin recursos económicos abundantes. Propios, o de personas que apuestan un capital para salir beneficiados con el aporte del mismo.  

La máxima del Profesor Hank González sigue siendo tan válida como cuando se hizo.  Un político pobre es un pobre político.

Sin embargo cuando la actividad política es tan devaluada por la misma actuación de sus protagonistas, el único capital posible que rompa todos los paradigmas, es la honestidad y la ética.

Luchamos después de más de 200 años de Republica, con aspectos que deberían estar más que probados.

Nuestro protocolo de justicia, investigación y honestidad administrativa es hoy más vulnerable que nunca.

Se ofrecen a la ciudadanía como la gran palanca que acabe o disminuya los grandes males que asolan nuestra nación.

El presidente propone una serie de medidas para generar un cambio en los aspectos que pueden detener la criminalidad y en otros puntos detonar una explosión de desarrollo económico.

Sin embargo el propio Presidente está en el ojo del huracán por asuntos que lo vinculan con favores en contratos y negocios cuestionables.

Debilitado en su imagen, lanza una ofensiva a agua pasada, sobre un tema que tenía que conocer y dominar desde antes de llegar al puesto actual.

Si fue o no fue alertado de la situación en Iguala, o el Estado de Guerrero. O de otros lugares de México, tal vez nunca se pueda saber, pero el responder con tardanza a un asunto tan delicado como lo es el caso de los jóvenes Maestros de Ayotzinapa arruinó totalmente su investidura.

Quedan en verdad muchas dudas sobre la insensibilidad demostrada ante los hechos brutales, a sabiendas que la zona era un hervidero de corrupción y área donde los grupos delincuenciales dominaban la escena.

Aunado a esto salen a relucir contratos de compañías que tienen al frente personas muy cercanas al propio presidente y su familia desde el tiempo que era Gobernador del Estado de México.

No es solo la inexplicable adquisición de una propiedad inmobiliaria, si no todo el entramado para hacerlo.

La cancelación de una licitación adjudicada a la misma persona que está detrás de otros muchos contratos y la propia casa en discusión.

Con estos asuntos sin explicar, incluido el caso de los Maestros desaparecidos, que aún no logran aclarar y concluir de manera creíble, se salta a otro punto para intentar dejar atrás una página más de luto, violencia e impunidad.

Quedan muchas dudas de lo que se esperaba del tan anunciado mensaje presidencial.

Ni una sola renuncia del gabinete, que bastantes actuaciones ineficientes ha demostrado a la ciudadanía, sobre todo, una postura de autocrítica en el manejo de toda esta tragedia, que demuestra que en tantos años, los sistemas que pretenden instaurarse , deben ser respaldados por una trayectoria libre de toda sospecha.